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09 junio 2025



 VUELVE EPIFANIO!!

    Hubo un tiempo en que los nombres españoles tenían carácter. No se andaban con diminutivos de catálogo ni inventos anglosajones que suenan a todo, menos a nombre de persona humana.

    Antes un nombre llevaba capa o bigote y cruzaba el pueblo con paso firme, como diciendo: "Aquí estoy yo, y me llamo Hermenegildo"!.

    Don Baldomero Recaredo de la Fuente López, por ejemplo, no necesitaba presentación. Entraba cada mañana en la oficina con su americana de lana, su maletín de cuero y su nombre delante, como heraldo abriéndole paso entre fotocopiadoras. Nadie se atrevía a tutearlo hasta la tercera semana. Y cuando alguien osaba llamarlo "Baldo", el se quedaría mirando por encima de las gafas como si hubieran blasfemado delante de una reliquia

    Nos estamos despidiendo de toda una generación de nombres largos con muchas letras  y más todavía sonoridad. Nombres que suenan a trompetas!

    Dónde está ahora Aniceto?, Quién rescatará del olvido a Eustaquio?, Qué niño en 2025 puede presumir de llamarse Filogonio y decirlo con orgullo mientras juega al futbol sin que lo confundan con un fichaje del Sporting de algo

    Así que este homenaje es para ellos:

Para Quiteria, que sonaba a santa, a beata, a señora que friega con fuerza y cualquiera le lleva la contraria...

Para Cesáreo, que no parece necesitar gimnasio porque ya su solo nombre impone respeto

Para Bartolomé o Bartolo, que no Bart, que es entero, como mandan los libros de historia

Para Crispín, que aunque parezca un personaje de Pepe Navarro en sus mejores tiempos, fue un nombre de verdad

Para Tránsito, que ahora tendría mala prensa por culpa de la DGT, pero fue un nombre digno de rezos y novenas a la virgen coronada

Para Segismundo, que te recitaba a Calderón mientras servía unas bravas

Y Jacinto.. que es nombre de entrar en un bar con un puro apagado, chaleco, boina y mucha sabiduría.

    Se supone que los tiempos cambian, que ahora un nombre tiene que ser cool o minimalista, porque está de moda, y ahí quedan los Gumersindos, los Modestos, los Ramones y las Manolis, perdiéndose, con el color sepia de las fotos antiguas estas que huelen a alcanfor (que también se está perdiendo), y vienen los "Zyans" los "Noahs" y las "Luas"

    Pues que sepan los modernos que lo original no es llamar a tu hijo Ethan o Chloe, que suenan a Instagram, es llamarlo Abundio o Eufrasia. Porque un día, cuando el mundo se llame Nebulón y todos respondan con emojis y siglas, alguien tendrá que recordarnos que hubo un tiempo en que uno se llamaba Epifanio y con eso ya imponía respeto.

    Y porque el futuro queramos o no,  se construye mirando al pasado, Aunque el pasado se llame Fructuoso y use tirantes


20 comentarios:

  1. Hola, Finil, ¿están buscando nombres de bebés por algún motivo especial o es solo que hoy te han visitado las almas de todos esos que comentas y te ha surgido esta reflexión? Jeje, en cualquier caso, si los nombres de antes eran raros, los de hoy ni te cuento. Quitando los normales, que los hay afortunadamente, conozco el caso de Kevin Cosner de Jesús, así tal cual, y la protagonista de la obrita de teatro que representan mis alumnas del taller de teatro el próximo día 11 de junio (aprovecho para hacer publicidad por si alguien quiere ir, jeje), se llama Casilda Lijas Madera y la criada Enriqueta Nomas Clavos... (La obra está escrita por mí, no se nota, ¿verdad?).
    En fin, que lo de los nombres da para muchas reflexiones.
    Un abrazo. :)

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    1. Buenas Mercha!!
      jajaja que guasona nooo quita quita. Esto viene de una de esas conversaciones nocturnas absurdas, que como las buenas borracheras, empiezan con una chorrada y acaban en conversaciones existencialistas jajaja
      Que buenos nombres te has buscado!! si estuviera más cerca me colaba, y llevo hasta el nombre: Remedios cinta aislante jajajaja
      Un abrazo!! y un martillo

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  2. Supongo que no te sorprenderás si te digo que yo he utilizado para mis personajes varios de los nombres aquí citados. Y los que me quedan (tengo una larga lista). Así pues, mientras me queden fuerzas, esos nombres jamás caerán en el olvido. Y cuanto más espantosos mejor. Viva esta entrada y los nombres de Registro Civil antiguo. :)

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    1. Buenas cabrónidas!
      Sabía que esta te iba a gustar, y también se que eres de los pocos que aún custodian con orgullo esos nombres gloriosos. Viva la Gertrudis, Demenciano y Crisógeno! y que no se diga que las mejores historias no tienen un nombre con santo imposible.
      Igual en breve cae alguna historia sobre pueblos que merecen ser visitados!!
      Saludos Finidianos

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  3. Finill, estas nostálgica? Jajaja, o te ha visitado el fantasma del pasado? Jajaja, una compañera de la época escolar se llamaba Quiteria, mi marido tiene un primo que se llama Jacinto. También tenia en clase un Bartolome, que vivan los nombres con solera.
    ¡Un abrazo grande!

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    1. Buenas Dakota!
      Estoy nostálgica si, de lo nuestro, que se están perdiendo hasta los nombres mas cotidianos. Por aquí todos los niños tienen nombre árabe impronunciable, de actor americano o de futbolista extranjero. Ya no hay Manolos ni Juanes. Con las niñas pasa igual...ya no tienen nombre de princesas Disney. Ya todas son Yasira, Yanira, Maruah.. y así por el estilo. Luego lo arreglan llamándolas a todas Mari jajaja
      Así no se puede! Quiero que vuelvan las Manolis y las Paquitas!!
      Un abrazo atormentado jajaja

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  4. youtube.com/watch?v=oCT8gvQckmU

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    1. jajajaja Buenas Orlando!
      Esto que significa? que me mandas al infierno en pocas palabras?

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  5. ¡Qué relato tan original! Te felicito, me encantó. Nos haces reflexionar en esos nombres tan sonoros y que de verdad tenían personalidad. Hoy los nombres anglosajones parecen pulular y suenan pusilánimes y ridículos. Me encantó la reflexión y el homenaje a esos nombres de hombres y mujeres de antaño. Espero vuelvan. Abrazo fuerte.

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  6. Buenas Ana,
    Me alegra que te haya gustado. Es verdad que se nos cuelan esos nombres, y no es que sean ridículos, pero igual de mal suena un Pepe en Minesota que un Jhonatan en la Mancha.
    Nuestros nombres también tienen su encanto y personalidad. Que no?. Igual va siendo hora de hacer una pequeña revolución onomástica jajaja
    Un abrazo!!

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  7. Jajajaa para nombres, madre mía! De veras que son de cuento, y con tus explicaciones alcanforadas adquieren una tinta de Edgar Allan Poe. Guardaré este para elegir los nombres de mis siguientes mascotas. Un abrazo Finil, muyyyy bueno!

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    1. jajaja La verdad es que son inspiradores para nombres de mascotas. Un perro llamado Fortunato, tiene además de título de relato, la suerte incrustada en el nombre.
      Tu crees que a Allan Poe no se le habría trabado la lengua de utilizar estos nombres? Yo creo que el único que tiene el privilegio de escribir con ellos sin que se le traben las teclas es Don Cabrónidas
      Muchas gracias Maty, me rio mucho contigo y me alegras el corazón

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  8. ¡Uff, Finil! Esta entrada merece marco de madera, barniz y un altar con tirantes y colonia Floïd.

    Lo de rescatar nombres con pedigrí histórico como Tránsito o Abundio no es solo un ejercicio de nostalgia, es un acto de justicia poética. Porque seamos sinceros, como dices: ¿cómo no vas a respetar a un tipo que se llama Segismundo y pide un carajillo con voz de trueno? ¡Eso impone! Jajaja

    Has montado una procesión onomástica que tiene más personalidad que un grupo de WhatsApp de jubilados con tiempo y datos. Y entre lo de “Ethan suena a Instagram” y lo de Bartolomé entero, sin Bart, me has ganado. Porque sí, se nos están yendo los nombres de pueblo, de libreta de cuentas y de misa de doce, y con ellos un cachito de memoria.

    Yo voto a favor de que vuelvan los Epifanios. Y que, si no vuelven, al menos no se vayan en silencio. Gracias por el texto, compañera. Tiene aroma a conversación de bar entre Jacintos y Quiterias, de esas que curan más que un jarabe.
    ¡Un abrazoteee!

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    1. Buenas Tarkion
      Pues sí, deberían volver aunque fueran convertidos en mascota, negocio u otros gestos, porque al final no son más que otra de las cosas que nos definen que se están perdiendo. Era nuestra forma de estar en el mundo. Ahora preferimos internacionalizarnos o americanizarnos. Esto no se si será bueno o malo, pero en el camino algo se nos está borrando. Parece que la personalidad, y todo por querer parecernos a un país que no nos necesita, ni nos ve, ni nos conoce
      Yo sigo apostando por ellos. Hay nombres que no deberían desaparecer, y compis como tu, tampoco
      Un abrazo Miguelón!!

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  9. ¡Ay! Genial, Finil. Un texto muy divertido pero con una crítica tremenda que deja en evidencia unas pretensiones absurdas y mucha tontería. El futuro se construye mirando al pasado, como dices, y es algo que se nos olvida. Me ha encantado leerte. Un beso.

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    1. Buenas Marta!!
      Si, nos creemos muy globales y muy modernos, y lo que tenemos es un país medio hundido y con ínfulas.
      Parece que queramos ser de Silicon Valley con la mentalidad de un cura de pueblo de los años 60. Pero bueno, estamos tan imbuidos en la tontería que hasta nos parece progreso.
      A ver cuantos Pepes hay en Suecia o cuantas Marías hay en Marruecos. Aquí nos vamos borrando con gusto.
      El futuro se debería construir mirando atrás si, a la historia. Corrigiendo nuestros propios errores e intentando prosperar, pero nosotros vamos corriendo con los ojos cerrados.
      Gracias por leerlo con tanta claridad. Has entendido exactamente el propósito de este post
      Un abrazo!!

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  10. Tuve un profesor de inglés de la EGB que se llamaba Faustino (no aclaro lo que es EGB porque entiendo que los lectores de mi generación lo sabrán y los que sean de otra, pues... siempre tendrán a unos padres que se lo recuerden), bueno ante tan largo paréntesis, jajajajj, mejor decir que era la Educación General Básica, lo que sería la ESO en sus dos primeros cursos.
    Me ha encantado tu post porque está lleno de esa frescura y buen hacer con las palabras que te caracterizan.
    Pues Faustino es un nombre ilustre, como me lo parecen Eufrasio, Apolodoro, Eurípides, Clodoaldo, Clodomiro, Teodomiro, Heliodoro, y muuchos más, incluyendo los femeninos correspondientes.
    Estoy tan de acuerdo contigo que voy a proponerte otros más "psicodélicos" que los anteriores según dicta mi imaginación:
    Nefronando, Paramino, Lortenundo, Diórido, Astulta, Arímida, Fornesiana, Galotka, Astrinia, Gulapo, Giroberto, Promonio, Tarifal, Contrin, Simeco, Dostamina, Amila, Nastari... bueno, para muestra un botón.
    De hecho, esta reflexión tuya me está inspirando para escribir una historia relacionada. Ya lo verás cuando lo publique.
    Gracias por escribir sobre temas brillantes, dama de las letras impactantes.

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    1. Buenas Marcos!
      Yo también soy de la generación de la EGB, con mi mochila sin ruedas (y hasta nos enseñaron a escribir con las plumas estas antiguas que había que meter en un tintero..), así que me imagino perfectamente a tu profe Faustino. Yo tuve una Bernardina.
      Tus nombres son todavía más estrambóticos, me encantan!!, dan para una saga de Juego de tronos a la española, anda que no...
      Ah..y me encanta saber que te he inspirado. Estaré esperando esa historia tuya como el bocata de nocilla en la excursión del colegio.
      Gracias por compartir esa nostalgia con ese humor compi
      Un abrazo, y larga vida a la EGB!!

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  11. Hola, Finil. Qué nombres, hija mía, parecen más una penitencia que otra cosa. Una cosa es que tu nombre tenga historia, y otra muy distinta es que suene a personaje secundario de novela decimonónica con un destino trágico. Y los modernos tampoco salen mejor parados: entre tanto Lúa, Zyan y Noa, estamos viviendo una epidemia de nombres sacados de un catálogo de tendencias, que en veinte años parecerán igual de antiguos y ridículos.

    Pero si hay algo peor que un nombre rimbombante de antes o uno cool de ahora, son los nombres de niño rico de reality. Ahí sí que hemos tocado fondo. Porque si te llamas Pocholo o Piluca, el destino de gafas de sol, portada de revista y vida de excesos parece casi inevitable.

    Conclusión: mejor un nombre normal y digno, sin necesidad de sonar a aristócrata del siglo pasado ni a influencer de portada. Porque al final, lo ideal es que tu nombre no te defina antes de abrir la boca... creo yo 🤐🤐

    Un abrazo, sin diminutivos 🤗

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    1. Buenas Beatriz!
      Tu parte de razón llevas: es cierto que los más antiguos parecen más bien una penitencia que un bautismo, y es lógico que vayan evolucionando con los tiempos. Para eso tenemos un cartel de nombres en el registro civil tan amplio como maravilloso. Pero también es verdad que si tengo que elegir, prefiero llamarme Eufrasia con dignidad, que Madison con highlights. Porque entre los pocholos de anoche y las Noahs de ahora, estamos en un tiovivo de nombres que marea.
      Al final, lo ideal sería que un nombre no nos definiera antes de abrir la boca. porque no lo elegimos, y por tanto no dice tanto de nosotros como nos gustaría pensar. Lo que sí podemos, y no todos lo consiguen, es estar a la altura del nombre que llevamos y hacerle justicia. Y ahí amiga, pocos aprueban.
      Un abrazo sin recortes

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