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13 junio 2025

LA ÚLTIMA PARTIDA DE LA HERMANA MERRY

    

    Noche cerrada en Arkraham. La lámpara parpadea. Los investigadores han caído uno a uno. Solo queda la hermana Merry sujeta al borde de la cordura apretando el rosario con los nudillos blancos.

    Era la misma escena de siempre. El hacha del sectario se alzaba sobre el cuerpo moribundo, esta vez de Harvey. El suelo crujía con pasos invisibles, y en la habitación contigua..la radio sonaba al revés. En la mano, la misma carta de locura que había leído tantas veces, que casi podía recitar. Una habitación secreta se abría al sótano. Allí numerosos zombis comenzaban a aparecer deseando cubrir todo el tablero. Todo volvía a empezar una y otra vez.

    El guardián sonreía..

-Haz tu tirada de voluntad - dice el guardián desde más allá de la mesa-. Merry no responde

- Hermana?..te toca..

    Ella alza la cabeza. Sus ojos, que siempre miraron con fe al cielo, miran ahora al jugador. A la mesa. A las manos que la mueven como si fuera solo papel

- No voy a tirar más dados. Estoy harta de ser una ficha obediente, de pasillos que se mueven, de ruidos detrás de las puertas. Harta de ver a los mismos compañeros morir una y otra vez con los mismos gritos, en los mismos turnos.

    El guardián ríe. Piensa que es una broma. Pero ante el asombro de todos, la carta de Merry empieza a moverse. La hermana gira la cabeza, y se arranca de la cartulina como si fuera piel vieja. Se pone en pie, y sujeta a su rosario, se sacude el hábito y salta fuera de la caja de juego

    Merry desaparece entre destellos y cartas volando. El tiempo la lanzó al azar, como dados al viento.

    Cuando volvió a respirar, el aire sabía a humo, tabaco negro y colonia barata. Las paredes eran de gasolina y grafiti,  no de madera húmeda. El cielo estaba cubierto de antenas y luces de neón. Era España, años ochenta. Un mundo que aún se creía inocente.

    Caminó sin ser vista, no como un fantasma, sino como alguien vivo. La gente la confundía con una actriz o con una loca. Pero ella solo observaba las calles vibrantes, las plazas llenas de voces, los bares con sus risas y sus fluorescentes.

    Un coche Seat 127 amarillo chillón pasó a toda velocidad. Alguien le gritó algo desde la ventanilla.. "Tía..que disfraz más currado!! Esa es de Semana Santa!!".  En el escaparate de una tienda, un póster de Mecano.

- Dónde estoy? - murmuró Merry sujetando el rosario como si pudiera protegerla.

    Merry caminó por las calles de Madrid, confundida pero libre. Ya no había monstruos del caos. Ya no había cultistas ni portales interdimensionales.

    Se instaló en el anonimato de un barrio obrero, donde lo que prevalecía era la supervivencia. Se volvió invisible por elección. Ayudaba donde podía, curaba como sabía, y en secreto, esperaba que nadie la reconociera.

    Pero el mal no pertenece solo a los juegos, y una noche la encontró. No la había olvidado ni siquiera en 1983. Una noche, al pasar por un callejón oscuro, Merry oyó un murmullo que no era humano. Un símbolo arcano ardía en la pared, y una criatura imposible, toda ojos,  comenzó a emerger de una cabina de teléfono. No tenía garras ni tentáculos, pero las voces eran las mismas. Los sonidos del otro mundo del que creyó escapar.

    Ella no dudó, ya no era ficha ni carta, ahora era fe, furia y se adentró en el grabado sin esperar perdón. Y de allí salió el silencio. 

    Merry había entrado en un lugar fuera del tiempo. Una sombra del tablero que había dejado atrás. Un rincón entre mundos, hecho de geometrías rotas, escaleras retorcidas y paredes susurrantes que llevaban adherido el miedo reciente de alguno de sus compañeros. 

    Y allí la esperaban tres horrores sin rostro. Seres de niebla y garras nacidos del caos del que una vez escapó. Eran los guardianes de la realidad. No venían a matarla, sino a devolverla a su lugar en el juego. Pero Merry no tembló

    Con el rosario envuelto en un puño como un arma sagrada, avanzó entre rugidos que doblaban el aire. Cada paso era una negación, y cada gesto, un acto de libertad. Las criaturas la atacaron como sombras vivas, a lo que ella respondía con fuego y fe, con la fuerza que venía de las ganas de vivir en su propia historia.

    El combate duró un instante eterno, y cuando se acabó, el lugar colapsó sobre sí mismo. Las criaturas regresaron al abismo que las parió, y Merry volvió a abrir los ojos bajo las farolas de Madrid.

    La cabina había desaparecido. Solo quedaba un rastro de quemaduras en el suelo y un leve zumbido en el aire, como si la realidad estuviera aún recolocándose.

    Desde aquel día, nadie volvió a ver a la hermana Merry en ninguna partida. Ahora sigue en su barrio obrero. Viste una cazadora vaquera con hombreras y unos pitillos, y escucha la radio.

    Los jugadores más veteranos, cuando abren la caja de las Mansiones de las Torturas, notan que falta una carta, y creen que es un error de imprenta o una errata sin importancia. Descargan la tarjeta de internet, pero por alguna razón, a la hermana Merry, no la elige nadie

    Desde que Merry escapó, el juego ya no es el mismo, al menos por ahora...

16 comentarios:

  1. Hola, Finil, ¿y dónde andará la hermana Merry? Para no cruzarme con ella principalmente. Menudo relato te has marcado, Finil, a poco y narras el apocalipsis zombi. Madre mía, entre condesas y monjas, la cosa está que arde. Y tú cómo si fuera un juego, de oca a oca y tiras porque tú la llevas...
    Fuera de bromas, muy bien narrado, le has dado emoción, misterio y un final con victoria femenina y abierta para dejar al lector con ganas de más. Redondo, un relato redondo.
    Un abrazo. 🤗

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    1. Buenas Merche!
      Tal cual, es que Merry existe, es un personaje de un juego (Mary), que se ha hartado de monstruos y de la misma pesadilla siempre en "Arkham" y ha tirado el tablero por la ventana
      Ya te digo que no es una monja al uso de esas que te miran y te dan yuyu. Viene de un pasado duro de visiones y de fe ya un poco rota, y por eso decide seguir su instinto y dejarse de rezos
      No se porque dices que no te la quieres encontrar, si hasta tenéis cosas en común: no queréis dados en vuestra vida jajaja
      Mary ahora es Merry. Una Final Girl, como Nancy, la de pesadilla en Elm Street, que dejó de huir para buscar el monstruo no?
      Gracias por asomar Doña Merche. Le mando un abrazo con uno de mis tentáculos

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  2. youtube.com/watch?v=rxyxGqLm8fU

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    1. Buenas Orlando,
      Esto es un canto sellado con frecuencias malditas?... o un saludo entre guardianes del umbral?
      No se si he sido convocada, probada o advertida, pero lo cierto es que no consigo descifrarlo, ni con subtítulos... aún.
      parece un ritual sonoro en el idioma del otro lado, el infernal. Una lengua de sombras que todavía no he aprendido a hablar. A lo mejor es como en los grimorios, que al principio solo ves símbolos, y de pronto un día todo encaja, y entiendes lo que canta el mismísimo diablo. no se...dímelo tu..
      Saludos... cordiales...eso si...

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  3. Bueno, bueno de verdad. Merche no la quiere encontrar pero con cazadora y unos pitillo pues que te digo, que si la ves por ahí avísame 😂
    Me encanto el relato, me hizo recordar a Jumanji y al 127 amarillo chillón que me prestaba mi madre los finde.
    Un abrazo amiga.

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    1. Buenas Javier!
      Bueno bueno, quizás si la invocas aparece. Si llegas a verla por ahí con su cazadora, sus pitillos y un rosario que parece rezar solo, no lo dudes, es ella. Eso si, te digo que se cuentan los vecinos que lee libros de Gabriel García Marquez bajo la luz de las farolas, como si lo conociera de antes. Dicen que le gusta el realismo mágico.. (aunque ella ya lo practicaba antes de que fuera moda), así que suerte jajaja
      Es muy mona, se ha adaptado tan bien a los ochenta que da miedo. Se sabe hasta el anuncio del Tulipán.
      Un abrazo Javi!! Gracias por venir!!

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  4. ¡Hola Finil! Pero qué buen relato! Lo rodea cierto misterio, y al cabo ella muy gustosa de que nadie la
    reconozca, en el barrio obrero. Rompió con todo, hizo lo que quiso. Tengo un montón de ganas de encontrármela para que me platique toda la experiencia y todo su sentir con lo que hizo. Genial personaje. Te quedó a todo dar, Finil. Antes de dejarte un abrazo por favor ve a revisar tu spam, sí? Ahora sí, un abrazo 🤗

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    1. Buenas maty!!
      Me alegra que te haya gustado. Y sí, mira, decidió romper con todo, porque le dio la gana, porque estaba harta de repetir la misma historia y se fue del tablero para vivir la suya propia. Si un día te la cruzas seguro que te cuenta todo. A mi también me encantaría preguntarle unas cuantas cosas..aunque no se si me las llegaría a contestar jajaja
      Gracias por pasar!! y noooo ya no estás en el spam!!
      Un abrazo corasao!!

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  5. Uff Finil, me encantó. Lo leí dos veces. Es tremendamente original, la narración es ágil, acompañamos a la hermana en su salto desde el tablero de juego a la realidad de otra época. La descripción de la criatura que sale de la caseta telefónica es un claro ejemplo que no necesita uno tanto detalle para causar una impresión. Me encanta el arco que hace Mary, de ficha en un juego, condenada a más o menos lo mismo todo el tiempo, a alguien que quiere hacer su propia historia y no solo eso, que se enfrenta a todo aquello que la quiere atar y detener. Me gusta que incorporaras el rosario como algo que la ayuda en esa lucha final por su libertad, no por lo religioso, ella era una monja, atada por sus hábitos y por el mismo rosario, así que usar el rosario para liberarse es genial. El final es digno del relato y me gusta imaginarme a Mary haciendo lo que se le antoja con su vida. Enhorabuena...

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    1. Buenas Ana!
      Me alegro que te haya gustado. Así da gusto escribir sobre personajes que se escapan, y no solo del tablero, sino también de lo que se espera de ellos.
      Merry se fue sin mirar atrás, sin pedir permiso ni dar explicaciones. (como le gustaría a más de uno alguna que otra vez). Me encanta que te haya llegado esa parte, la del rosario como llave y no como cadena, porque al final, lo que parece atarla (que es su personaje de monja), es justo lo que la impulsa. Ojalá pudiéramos hacer ese viajecito y que nos contara la historia en algún bar con neones y uff en los fondos de Madrid!
      Un abrazo Ana!! y gracias por pasar!!

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  6. Pero finil, por Crom, ¿a qué clase de sagrados hábitos obedece una monja que encima es jugadora? Ahora se corromperá en el Madrid de principios de los ochenta. Quién sabe si no acaba siendo amiga íntima del Vaquilla y el Jaro. Aunque a lo mejor también hace algunos coros con Barón Rojo. ;)

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    1. Anda leche! tu tampoco conoces el juego?
      Bueno Merry no es una monja de las de misa y celda, que va!, es una jugadora de las Mansiones de la locura, de las que gastan vidas y cordura en cada tirada.
      Ahora que ha soltado los hábitos tiene que tener más peligro que el vaquilla, eso seguro, y haciendo palmas con el Jaro, pero más bien cantando en una banda punk já já
      Bueno y el rosario lo lleva para coger +2 de voluntad porque la cordura ya...la ha más que perdido con tanto neón.
      Saludos Cabroni..a ver si te la encuentras por ahí y la controlas un poco

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  7. Enhorabuena, Finil. Tu historia es una mezcla a granel de terror cósmico y rebeldía existencial que me ha flipado. La hermana Merry, atrapada en un bucle de dados y locura en un juego de rol tipo Las Mansiones de la Locura, decide romper las reglas y saltar del tablero a la vida real, ¡y menuda vida! Aterriza en el Madrid ochentero, con neón, Mecano y un Seat 127, y eso ya es un puntazo por los recuerdos que me trae.
    Me encanta cómo das vida a Merry: pasa de ser una ficha de cartón a una mujer de carne y hueso, con fe y furia, que se enfrenta a horrores lovecraftianos incluso fuera del juego. Los detalles, como el rosario como arma o el callejón con un símbolo arcano, te meten de lleno en la atmósfera. Y ese final, con Merry viviendo anónima en un barrio obrero, escuchando la radio con su cazadora vaquera, es tan humano y potente que te deja con una sonrisa agridulce.
    Lo que más me gusta es el mensaje: Merry no solo escapa del juego, sino que reclama su libertad y su historia. El toque de que los jugadores noten su ausencia en las partidas es genial, como si su rebeldía hubiera dejado una marca en el universo del juego.
    Un abrazo, compi!

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    1. Buenas Marcos!
      Me alegra que te haya gustado. Bueno, este personaje no es que tenga grandes habilidades en el juego, pero tiene algo que la hace especial. Quizás es la vulnerabilidad que aparenta, pero luego fíjate... siendo una de las que más cordura tienen, es la que ha decidido salir de esos mundos caóticos. Sus razones tendrá e igual es solo la primera de todos ellos que lo consigue.
      Precisamente anoche volví a ver su ficha. Ya no luce igual, parecía descolorida y ausente. No la pude elegir. preferí a Norman, un astrónomo sabio y bastante cuerdo, que tardó poco en morir en medio de la selva en las fauces de un obelisco, y loco. Ya nada es lo mismo sin ella.. así que ahora, las fuerzas del caos y algún humano que otro, tendrá que viajar en el tiempo a devolverla a su lugar, que es donde tiene que estar.
      Si quieres tú puedes ser el valiente que lo haga..
      Gracias por pasar comandante. Un abrazo desde el caos

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  8. Hola, Finil. Qué relato más chulo. La hermana Merry no solo se escapa del tablero, se escapa del destino al que la habían condenado cientos de veces. Es rebelión pura, con rosario en mano y alma libre. Está claro que hay cartas que no quieren ser jugadas… y jugadoras que aprendieron a escribir sus propias reglas.
    Un abrazo 🤗

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    1. Buenas Beatriz!
      Si si.. tienes toda la razón, pero ahora todo ha quedado descontrolado allí dentro. Las criaturas se han vuelto más furiosas y parecen más poderosas. El equilibrio parece haberse roto, y quién se atreve a entrar allí, lo tiene mucho peor.
      Al final he cambiado la historia, y ahora no se como revertir el caos que he liado en esos mundos
      Como le decía a Marcos, la misión ahora es devolverla al tablero. Pero claro, no va a ser nada fácil porque las reglas parece que se hayan quebrado también, y hay fuerzas oscuras que no quieren que vuelva porque disfrutan de más poder. Así que hará falta alguien valiente, o algún loco que se atreva.
      Un abrazo desconsolado

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