"DE HABLAR CON ARTE Y OTRAS INVENCIONES DE PATIO ANDALÚ"
Dicen que para entender a un andaluz hay que sentarse en su patio, con un vaso de cerveza y un buen trozo de queso, dejando que su forma de hablar te envuelva. Pero no todo es tan sencillo, porque en Andalucía, cada palabra, cada gesto y cada silencio, tiene más historia que una novela de mil páginas.Si te atreves a meterte en este mundo de contrastes, prepárate para ser llevado por la corriente. Aquí no hay medias tintas, o te lo sabes todo o no entiendes nada. Porque el andaluz no es un personaje, es un genero literario, y el que no lo entienda, que se apunte a clases, porque arte sobra. Paciencia...no tanta, pero se disimula...
Los andaluces no hablan, improvisan. No conversan, se despachan. Tienen la lengua como navaja de bolsillo: se abre sola, se cierra con arte, y si te descuidas, te deja la autoestima en lonchas finas con más cortes que un programa de testimonios.
Aquí el idioma no se pronuncia, se zapatea...y el verbo no se conjuga, se baila al compás, y si no hay duende, se inventa
Que la RAE se agarre al diccionario, porque cada andaluz es una Real Academia con patio propio y sillón de plástico, geranios al borde de un infarto y un brasero que lo sabe todo
El andaluz no dice: "estoy cansado", dice: "estoy reventao, no puedo con mi alma", porque si no e exagera...no es verdá del tó. Y el que no infla no es de aquí
Y no solo se recortan palabras, también se retuercen, se tunean, se inventa lo que no existe y se glorifica lo innecesario con las energías inversas, la croquetización del alma. y un ea!, que lo deja todo dicho ...y bendecido. Mientras un "quillo, ya está!" detiene el mundo porque se ha tomado una decisión
Cualquier cosa es convertida en drama o concepto existencial: el ascensor que no llega, la vecina que te juzga con los ojos como si fueras el anticristo, o ese momento en el que las teclas se cruzan como si fueran las líneas del destino
Aquí se puede estar "muerto matao" y "vivir en un sinvivir".
"Cuidao" con el calor. El andaluz no pasa calor, se licua. "se derrite como manteca colorá" y no se suda, "se sufre un bochorno que ni en las saunas de Mordor"
También somos capaces de insultar con cariño y amar con retranca. Lo de aquí no es sarcasmo, es supervivencia cultural. Se puede decir:" eres mas lento que el caballo del malo" y que suene a piropo si se remata con un "pero te quiero un huevo pixa". O te sueltan un "te comía la cara con papas" y lo mismo te están declarando amor eterno que hambre crónica.
Aquí no se madruga, "se sufre". No se trabaja, se tira "palante". No se llora, "se desahoga uno por los ojos"
Porque hablar no es comunicar, es conquistar el alma del que escucha. Y si no te ríes es que nunca te han dicho "que arte tienes, criatura"
"Yo, Andaluz"
Yo no soy un cualquiera, soy andaluz
No tengo másteres, tengo una madre que me dió dos guantás con fundamento
He sido más cosas que un político en campaña
He hecho croquetas con lo que tú tiras
He sobrevivido a ferias sin dormir y he llegado a la playa con sandía, silla, tia abuela, nevera y dignidad (como he vuelto ya lo cuento otro día)
He sido árbitro en peleas de cuñaos
He sido maestro en hacer tiempo, en disimular lo obvio y en arreglar lo que tu has roto por listo
Y si un día el mundo se va a la mierda, ahí estaré yo, con un tinto de verano diciendo "pues ná, ya se ha liao otra vez, tú quieres jamón?"
Porque el andaluz no se forma, se forja. Entre la gracia y el hambre. Entre el patio y el refrán. Entre el "ojú" y el "ya ves tú"
Y si tu crees que exagero, vente un ratito y en lo que dura un chiste, te lo arreglo en un día...o te lo destrozo...pero con arte