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20 mayo 2025


 LA DIMISIÓN DE ZÉFIRO

LAS SEGUNDAS PARTES NUNCA SUENAN BIEN


    Blue y Thin, habían disfrutado de una tranquilidad inesperada. La desaparición del Heavy del Blues, había dejado un silencio extraño en el aire. Un silencio que la propia Blue agradecía al firmamento cada noche. Por fin parecía que la tormenta se había calmado. Pero el reino fantasioso, tan lleno de luces y sombras, no tardó en reclamar su dosis de caos

    Después de años velando por el equilibrio del silencio, Zéfiro, sintió que la carga se hacía insoportable. Las miles de voces que clamaban desde ambos lados de los mundos, no le dejaban espacio para la paz. Cansado y con el corazón agotado, decidió dimitir, dejando un vacío peligroso en el aire

    Ante la ausencia del custodio, no pasó mucho tiempo hasta que frente a las antiguas puertas del mundo conocido, volvió a aparecer el Heavy del Blues, aquel músico callejero que la leyenda había olvidado, y que jamás dejó de vagar por los túneles del tiempo. 

    Pero esta vez no venía solo.

    A su lado caminaba un viejo amigo de sus tiempos heroicos. Un maestro de las melodías, capaces tanto de abrir portales, como de calmar tempestades. La fuerza de sus notas podían crear o destruir. El era el "tejedor de los puentes sonoros", el que conectaba los mundos a través de sus acordes, manteniendo la armonía entre lo tangible y lo etéreo. Aquí, es el hombre del acordeón.

    Junto a ellos, "el vidente del viento". Su flauta lanzaba notas erráticas, y sus melodías eran capaces de revelar secretos ocultos y presagiar los cambios del viento. Su proveniencia era un misterio, pero se decía que vagaba por los límites entre los sueños y la realidad. Aquí, es el flautista del túnel, y suele deleitarnos con una versión perfectamente desafinada de la melodía del Titanic, cuyos sonidos por el eco de las galerías, retumban como un orfeón en las sombras

    Una mañana cualquiera en la ciudad, una vibración imperceptible recorrió el suelo. Los más sensibles a los cambios: niños y gatos callejeros, quedaron quietos de golpe, mirando al horizonte sin saber por qué. Algo se había roto.

    En un rincón de la plaza, donde extrañamente el viento nunca soplaba, apareció una grieta en el aire. Se ondulaba como el agua, y de su centro salía un zumbido eléctrico. Algo que no era ni voz ni viento. Algo a medias.

    Blue y Thin fueron las primeras en sentirlo. Los cristales de puertas y ventanas rechinaron extrañamente. Thin dijo casi sin querer " ese silencio...está mal hecho"

    Y allí apareció él. El Heavy del Blues, con su mirada seria y comiéndose un yogur

    El hombre del acordeón cerró de golpe el fuelle y el flautista del túnel, dejó escapar una sola nota, que hizo temblar las ramas de un árbol seco.

    El Heavy sabía cual era su misión. Tendrían que sellar esa grieta antes de que el silencio se convirtiera en murmullo y después en estruendo, y la línea entre ambos mundos colapsara definitivamente.

    Esta grieta solo podría sellarse tocando la melodía original. Aquella que Zéfiro guardaba celosamente y ahora estaba perdida. Nadie la recordaba del todo.

    Blue lo supo antes de que nadie lo dijera. Lo sintió como las tormentas o las visitas inesperadas. Algo se iba a torcer. Entonces recordó. Una vez curioseando las rarezas de un duty free, había visto una canción extraña enmarcada entre las ofertas de los perfumes rancios y los relojes de imitación. 

- Está en el Duty Free- dijo Blue, y ese hombre la tiene colgada como si fuera un llavero caro.

    El dueño de ese pequeño espacio, era un ser con el alma seca. Detestaba el arte callejero, los músicos y estatuas vivientes. Es un hecho que a algunas, las ha hecho desaparecer. Así que debían urdir un plan  para robar esa fórmula magistral en forma de partitura. Los músicos lo distraerían con sus sonidos, mientras Blue se deslizaría entre los estantes. 

    Lo consiguieron!!. 

    Esa misma tarde, al caer el sol tocaron los tres al unísono. La melodía original brotó con fuerza. Fue como ver el cielo coserse. La grieta comenzó a cerrarse en espiral. En los últimos acordes, se oyó el suspiro colectivo de los niños y gatos que aún miraban al cielo.

    Pero nada en el equilibrio era gratis. Al flautista se le escapó un pitido tan estridente que se descosió un fragmento de la grieta.

    Desde entonces, la vida de los habitantes de esa pequeña ciudad, y en especial la de Blue y Thin, se convirtió en un infierno real. Un infierno con nombre y ..viento.

    El espectro de Zéfiro quedó desde entonces para soplar flequillos y los papeles de las esquinas. Cada vez que forman un remolino se escuchan las risillas del guardián.

    Los músicos allí siguen, tocando ahora los tres en la calle. 

    A veces la melodía suena a redención, a veces, a venganza.. pero normalmente ...suena a blues

    

16 comentarios:

  1. Ostras finil. Que pedazo de relato te ha salido, con todas las letras. Si la melodiabsuena a blues, por mi encantada, jajaja.
    Y todo porque el flautista desafino una nota y la grieta se descosio.
    Me gustan mucho estas historias. Por cierto el Zefiro por lo visto se jubila por la patilla, seguro que ha terminado hasta los webs de Cabro y sus mejillones, jajajaja.
    Un abrazo guapa🤗🌹😘

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    1. Buenas mañanas Dakota Mari!!
      No creo que disfrutaras ese blues. Es un prodigioso bucle de unos cuantos acordes que repite y repite hasta la saciedad, acompañando esa melodía de los infiernos, con un instrumento indefinible para mis oídos y que se saca de la manga pisoteando un pedal. Tenía un auténtico reportaje de caras, caretos, y posturones de este clan musical, pero he preferido preservar su intimidad y todo hay que decirlo, le temo mucho a las multas jajajaja
      Muy cerca de el, se aposenta el hombre del acordeón con sus ritmos reguetoneros, en una cruenta batalla de liderazgo musical..
      En fin, que te voy a contar...si no es mas que otra tortura diaria contra la que luchar
      Un abrazo madrugaora!!

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    2. Ah vale, que yo pensaba que iba a ser blues del bueno, jajaja, lo que faltaba blues a pedales, como si no hubiera bastante con la tortura reguetonera😂

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    3. Já já já que va, respeto a todos los músicos, me gusten o no. Pero lo que hay por estos lares es mucho levante perturbador. Así estamos todos..
      de dónde sacaba si no los personajes Jesús Quintero? Pues ya lo sabes jjajaja

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  2. Hola, Finil, has sacado un relato de la música cuyas notas se han convertido en palabras y el ritmo y la melodía se sienten en cada párrafo creando una composición final digna de cualquier libreto operístico (o de blues o heavy lo que más te guste). Para la música no tengo buen oído, pero para las palabras sí tengo buen ojo y tú Finil sabes transformar las letras en grandes relatos mágicos donde los fantasmas fluyen y los misterios abundan... Vamos a tender un puente, Finil, pero sin grietas que luego salen los demonios y estos no gustan, jeje.
    Buen relato, Marifló. ;-)
    Un abrazo. :)

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    1. No te creo que pienses eso Merche. Si solo escribo chorradas adornadas!! pero me divierto igual, que de eso se trata. Sobre todo con el terror..ojjj eso me ha encantado!! Un descubrimiento!!.
      Bueno en breve intentaré algo más formal. No digo para la próxima, porque no se me va a ocurrir nada fijo. Pero a ver..en breve..si puedo..
      Un abrazo y una amapola (a ver que haces con ella...)

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  3. Hola Finil. Es un relato mágico y lleno de alma. Has creado un universo vibrante y onírico a caballo entre lo cotidiano y lo fantástico, como si hubieras destilado un sueño en palabras. Es breve, pero cada imagen está cargada de vida, misterio y ese toque de blues que resuena como un eco en el corazón.
    Me encanta cómo das vida al “reino fantasioso” con personajes tan carismáticos como Blue, Thin, el Heavy del Blues, el hombre del acordeón y el flautista del túnel. Cada uno tiene un aura única: el Heavy comiendo un yogur con mirada seria es puro contraste, y el flautista con su versión desafinada de la melodía del Titanic ha hecho que me descoj... de risa. La idea de la grieta en el aire, con ese zumbido eléctrico que no es “ni voz ni viento”, es una imagen potentísima que da escalofríos y te mete de lleno en la historia. Y el detalle de los niños y gatos sintiendo la vibración es tan poético que parece sacado de un mito urbano.
    La escena final, con los tres tocando la melodía original para coser el cielo, es pura magia, y ese pitido del flautista que descose un fragmento de la grieta le da un cierre agridulce que mantiene el suspense.
    En resumen, Finil, has tejido un cuento que es un blues en sí mismo: melancólico, vibrante y con un toque de rebeldía. Los personajes, el ambiente y esa mezcla de humor y misticismo son un acierto total.
    Felicidades.

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    1. Gracias Marcos!!
      jajaja el Heavy del Blues come yogur, o alguna cosa muy parecida..doy fe.
      Que pena no poder mostrar tantas fotos que prueban la realidad de toda esta historia. De todos esos "músicos" característicos que nos rodean.
      Los tres tocando a la vez si es verdad que son pura fantasía, diabólica, eso sí.
      Por supuesto me ha faltado mencionar a la chica del violín y a las varias guitarras que suenan también, pero estos son músicos serios que merecen ser mencionados en otras historias.
      Me alegro que te haya gustado
      Saludos Marcos

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  4. Finil, esto es pura música en forma de relato (ya te estoy escuchando: “pero qué exagerado eres, Tarkion”)

    Pero es que hay imágenes que se me han quedado resonando, como Zéfiro dimitiendo del equilibrio (¡qué maravilla de frase!) o ese suspiro colectivo de niños y gatos al final, como si supieran algo que el resto aún no entiende.

    La narración tiene ese tono entre mitológico y callejero que manejas tan bien: flautistas del túnel, acordeonistas interdimensionales, partitura perdida en un duty free… y todo con una naturalidad muy tuya (sisi tuya! jaja). Me ha encantado ese equilibrio entre lo poético y lo urbano, lo mágico y lo cotidiano.

    Y ese final... que a veces suena a redención, a veces a venganza... y casi siempre a blues. 🎶🎷 (anda, hasta con emojis te lo dejo, jaja)

    ¡Un abrazo grande, compañera! Aquí me quedo, escuchando entre líneas (mentira cochina, como dice mi sobrinillo, jaja, que tengo mil cosas que hacer, jajajaja)

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    1. Pero que exagerado eres Tarkion!! jajaja
      Pero no...por aquí se estila más "Enga yaa!!"
      Entre mitológico y callejero suena muy bien, pero yo lo llamaría surrealista, como mi vida misma (si si..como mi vida..). Entre el viento enloquecedor del estrecho al que nunca me acostumbraré, las cucarachas, estos músicos estrambóticos, el ruido, los aviones y alguna tóxica en el trabajo..que podéis esperar de mi? . Demasiado esta aguantando mi cordura, o lo poco que queda de ella.
      Bueno si anda vete..y yo debería hacer lo mismo, que me llaman otros menesteres y aquí estoy..procrastinando? jajaja y después me quejo de que no tengo tiempo pa ná. Si es que me habéis enganchao!!
      Un abrazo exagerao!

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  5. Bueno, Zéfiro ha dimitido y eso le honra, pero es un final muy indigno acabar soplando flequillos, ja, ja, ja. Y lo de vencer con una canción libre de impuestos, por lo del duty free... ¡Que se joda la SGAE!

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    1. Buenas cabrónidas!
      Lo de soplar flequillos no es más que el resultado de habernos abandonado a nuestra suerte..y nadie quiere señalar claro, pero el primero que solicitó sus servicios fuiste tu y desde entonces nadie más le vio el pelo (ni los cuernos).Desaparecido. Evaporado. Ex-Zéfiro.
      No sabemos que le hiciste, o que le prometiste, (tampoco estoy segura de querer saberlo). Quizá fue algún ritual, una bacanal, o perdió la cordura con las luces estratosféricas de tu maquinón. La cuestión es que nos falló, y ahí se quedó. En el rincón de los que soplan flequillos. Peor hubiera sido que lo arrastráramos por los comentarios. El Karma nos ha devuelto una venganza triple y la SGAE ya nos vigila por si se nos escapa escuchar alguna melodía cobrable...a ver si no nos va a querer cobrar derechos solo por sonar. Menos mal que no se ha pasado Ramoncín a cantar si no, soy yo la que se inyecta el alcohol en vena
      Me rio porque si no, lloro o invoco algo peor jajaja
      Saludos apañaoo!!

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  6. Hola, Finil. Menuda historia te has marcado!! Me ha encantado la reaparición triunfal del Heavy del Blues, yogur en mano como si fuera el arma definitiva contra el caos cósmico. Ya se sabe que, cuando todo falla, un buen postre siempre ayuda 😂

    Y ese final… el espectro de Zéfiro soplando papeles por las esquinas. Mientras, los gatos miran al cielo con cara de "yo ya sabía que esto iba a pasar".

    Muchas gracias, porque entre la épica reaparición del Heavy con su yogur como si fuera un talismán contra el caos, y la anaconda Gertrudis de Cabrónidas que me ha tenido llorando de risa esta tarde, menudo festival de carcajadas!! 😂😂

    Un abrazo con la tapa del yogur 🤗

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    1. Buenas Beatriz!!
      El Heavy no podía volver de otra manera. Cambió la espada por una cuchara. Encima que viene a incordiar no le voy a dar un sable laser jajaja
      además es literal. Doy fe de ello.
      La Gertrudis al final se va a hacer viral y como siga enroscada cerca del router de Cabrónidas va a acabar exigiendo wifi para hacerse algún tik tok.
      Y bueno, pues si has llorado de risa yo me alegro, que a mi me toca aguantarlo. Ya me reiré yo cuando a alguna se le mueva el flequillo que me acordaré de todo esto.
      Un abrazo y un peine, por si mañana se te pone el flequillo rebelde

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  7. ¡Vaya, Finil! Parecía por un momento que Zéfiro regresaba para ayudarnos a recuperar la cordura con las notas musicales, pero parece misión imposible. No tenemos remedio y tenemos que soportarlo no sólo con túneles o puentes donde se paralizan niños y gatos, sino en cualquier lugar, vecinos incluidos.
    Un fuerte abrazo :-)

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    1. Buenas Miguel,
      Parece que este lío es como la sombra de algún karma que no se nos quiera despegar. Algo habremos hecho en otras vidas, que ahora nos toca pagar.
      Y ahora, tras la dimisión de Zéfiro, no nos queda otra que aprender a convivir con el desorden y la locura que nos rodea. A veces resistir, es el único arte que nos queda.
      Un abrazo compañero, y mucho ánimo

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