No una fotografía cualquiera, sino una de esas visiones generadas por los nuevos oráculos inteligentes. Pedí a la IA que me mostrara la criatura más temible jamás creada por el hombre o algún dios, y me entregó un retrato..que más bien parecía una criatura de los avernos.
Era hermosa y aberrante. Un ser de proporciones desmesuradas, alas como espadas y una dentadura que parecía recordar todas las guerras del mundo. No pude evitarlo, la descargué, la convertí a archivo 3D...y la imprimí
Durante días, la impresora rugió como una bestia encadenada. Capa tras capa y filamento tras filamento, fue emergiendo de la nada. Cuando terminó, frente a mí se alzaba la estatua de un dragón del tamaño de un avión de guerra, con unas alas que bien podrían eclipsar al mismo sol. Rígida, muda y perfecta. la dejé en el centro de la nave un instante. El mismo tiempo que juraría que algo me observaba desde su interior.
Aquella noche el cielo estalló. Un rayo más blanco que la ira de un dios enfurecido, atravesó el tejado e impactó directo en el pecho de la criatura. Hubo un segundo de silencio, luego un rugido. La estatua se movió. Primero la cola, que barrió las sombras del suelo de un latigazo sordo, luego las alas, que se desplegaron con un crujido destructor y después, el cuello se alzó, la mandíbula tembló y los ojos se abrieron como carbones encendidos en un pozo sin fondo
El plástico fundido parecía músculo vivo. Sus ojos brillaban con un resplandor ancestral. Algún alma antigua y maligna la habitaba.
No se si fue un accidente cósmico o un castigo divino, pero esa noche mi creación despertó. Salió a la calle como un profeta enfurecido y comenzó a destruir todo lo que encontraba. Edificios, coches, iglesias, banderas...había creado un monstruo.
la ciudad gritó. Los sabios huyeron. Los soldados dispararon y nada sirvió. Y yo, su creadora, parada entre los escombros temblaba y no de miedo, sino de culpa. Porque yo lo puse en el mundo, y además lo nombré.
Le di un nombre antiguo, de los que solo deben pronunciarse una vez, Exhalón. Y ahora me busca.
Desde las alturas del distrito financiero, el dragón exhaló un rugido que quebró los cristales de diez manzanas a la redonda. Con cada paso que daba, el asfalto se agrietaba, y el aire se volvía mas denso y caliente, casi irrespirable, como si trajera una tempestad detrás de si.
Se detuvo frente a la torre de justicia, ese rascacielos insulso donde los poderosos jugaban a ser eternos. Alzó su ala derecha, que parecía ahora forjada de bronce vivo, y la dejó caer sobre el edificio. Una explosión de cemento y fuego iluminó la noche. Los noticiarios mostraron la escena en directo antes de que todo se fundiera, y luego la red cayó, y todas las comunicaciones cesaron.
No había refugio ni consuelo. Solo esa figura imposible avanzando con serenidad. Las estatuas de las plazas ardían a su paso. Las iglesias se derrumbaban. Algunos juraban haber visto sombras arrastradas fuera de los cuerpos, como si el dragón les devorase el alma en cada movimiento.
Pero no mataba al azar. No destruía la panadería de la esquina ni la escuela del barrio. Desgajaba las torres de poder, los bancos, los monumentos de tiranos..
Me refugié en las catacumbas de la antigua biblioteca. Allí entre libros empolvados, encontré un texto que hablaba de nombres robados a las estrellas. De como ciertas formas, como la mía, no se pueden invocar sin pagar un precio. Entendí entonces que lo que imprimí no era una simple criatura. Le había puesto el nombre robado de una estrella, no se si por casualidad o por destino, y ahora debía pagar
Al amanecer del tercer día, la ciudad ya no era ciudad. Era una ruina humeante, y en el centro él, inmóvil. Como si esperara a algo o a alguien. A mí
Caminé hacia él bajo la lluvia negra, entre cenizas y hierros fundidos, sintiendo a cada paso, el peso de lo que había creado. Cuando estuve a unos metros, el dragón me miró. No con ira, sino como si viera en mí a otra condenada.
Me arrodillé ante él, y no para suplicar. Solo para aceptar. Porque no hay redención para quién juega a ser dios sin comprender lo que invoca. Entonces el dragón se alzó. Extendió sus alas, y con un último rugido levantó el vuelo y desapareció en el horizonte envuelto en llamas. Dejando tras de sí, un cielo limpio, una ciudad muda y a mí...de pie, con las manos vacías, sabiendo cual habría sido el precio de crear un ser inmortal y desconociendo a la vez, por qué me habría dejado viva
Del verbo
ResponderEliminarexhalar ,
no hay
mas
historia ,
que esa .
Exhalar? estás seguro?
EliminarHay quienes dicen que al conjugarlo se le llama..y él escucha...
Mejor así, no lo nombres del todo, que incluso escrito, si se le pronuncia entero, puede volver la mirada
Ya sabes... a veces, basta solo con decir el nombre...para que algo maléfico despierte...
Hola, Finil. Vaya relato más chulo has escrito. Te has puesto creativa con la impresora 3D y mira lo que ha pasado, que ha aparecido el primo zumosol del dragon Norbeto 🙄🦕
ResponderEliminarPero claro, le diste nombre y eso le dio el poder. Ya sabes que en muchas tradiciones mitológicas los nombres tienen poder, y otorgar uno a algo puede ser el equivalente a concederle existencia plena. En este caso, el acto de nombrar a Exhalón no solo le da forma, sino que lo convierte en una entidad con voluntad propia.
Ahora bien, creo que sé por qué te ha dejado vivir... Quiere que le presentes a la Gertru. Piénsalo… La Gertru se zampa a los bichos del PP y Vox, mientras que Exhalón va a por los bancos y edificios de poder. Si se unen nos libran de todos los… 🤐🤐 que pululan por el mundo. Luego, claro, vendrán los dragoncitos, surcando el cielo azul y asegurándose de que ningún ser malvado vuelva a poner un pie en este mundo. 🐉🌎
Un abrazo, y que el fuego de los dragones ilumine tu camino
PD. ¿Esta historia va a continuar? 🤔
Buenas Beatriz!
EliminarTienes toda la razón. Nombrar es conceder existencia y a veces, también libertad. No hay tradición mágica que no tiemble al oír el nombre correcto en la lengua equivocada. Exhalón...ups...ya lo he dicho otra vez!..y eso que me advirtieron que tres veces invocado empieza a aparecer en los espejos, como ...algunos espíritus conocidos..que casualidad...espejos no?... aquí todo se enlaza misteriosamente..en fin..
No está mal lo que propones. La Gertru y Exhalón limpiando instituciones de gentuza. Ella zampándose carcas y el derribando tronos. Se viene un romance incendiario, y quizas...un huevo oscuro nazca en el centro de algún ministerio. Que saldría de ahí?.
Y bueno, como bien dices, en la mitología, el que da el nombre también carga con el destino del nombrado. Así que ahora tengo fuego cruzando las nubes y a cambio compañía. Desde ahora, Exhalón es oficialmente mi mascota virtual. No necesita correa, solo que no lo pronuncien mal. Quieres una para ti? jajaja la creamos rápido. Tú solo la tienes que nombrar..
Un abrazo Beatriz, y que los rugidos celestes te arrullen...
Hola finil, me encanta el relato. El resurgir del dragón, a ver que dale de todo esto. Podrías continuar que sepamos por qué no te ha chamuscado con su halo de fuego.
ResponderEliminarSerá que te quiere de compañera, para su lucha.
Un abrazo grande😘🌹
Buenas Dakoti!!
ResponderEliminarMe alegra que te guste el nacimiento de Exhalón. No se que saldrá de todo esto, por ahí arriba le han buscado hasta romance y ya se huele a un huevo oscuro, del que no sabemos que saldrá. Quizás una mascota para ella..o tal vez para ti, poderosa y que os acompañe.
Por que no me habrá chamuscado?, seguramente porque lo creé, porque lo nombre.. o porque le di alma y voluntad. Quizás me tengas que acompañar a parar su lucha, o avivarla. Sería la mejor alianza que podría tener. Tú, con un unicornio de hielo capaz de cabalgar en distinta épocas o planos. Podríamos cambiar la historia y convertirnos en leyenda, o en pesadilla para los que merecen el fuego y los relámpagos de hielo. Se me va la oya...Dakota...se me va.. jajaja
Un abrazo de colores para tu bloguito, y fueguito para tu corrector
Hola, Finil, me acabas de dar en todo el gusto, como se suele decir, una historia de dragones es lo mejor del mundo mundial (bueno, hay más cosas). ¡Me ha encantado! La creación del dragón, cómo destruye las torres de los poderosos y luego la prota rendida a sus pies y que el dragón no le haga nada. No le puede hacer nada, es su creadora, los dragones tienen corazón, a pesar de su aspecto fiero y de escupir fuego. Posiblemente, el dragón vuelva cuando su creadora se encuentre el peligro, no tengo la menor duda y se enfrente, entonces, en batallas épicas para rendirle tributo y para salvar a toda la humanidad (a los buenos, claro). ¡Maravilloso!
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Buenas Merche!
EliminarSabía que si alguien se iba a quedar encantado con una historia de estas, serías tú.
Sí, tenemos un lazo silencioso criatura-creadora que nos une y es más fuerte que cualquier conjuro.
Necesitamos ahora una guardiana, una especie de hechicera aunque sea de dudosa fortuna, que sea capaz de hablar el antiguo idioma de las bestias aladas. Serás tú?..Skayra, la silente jajajaja
Gracias por pasar!!
Un abrazo...de dragón claro..
El dragón tenía conciencia de clase y su destrucción era más precisa que un mortero, aunque sea ha dejado el cuartel de la Guardia Civil y varias administraciones públicas. Yo lo votaría como el defensor del pueblo. ;)
ResponderEliminarBuenas Cabrónidas,
EliminarEs que Exholón no es de esos que arrasan por arrasar. Selecciona, apunta y lanza el fuego justo, como si llevara años viendo a los gobernantes gobernar..
Yo también lo votaría como defensor del pueblo. Al menos no promete cosas que no va a cumplir ni te mira con cara de folleto electoral (mientras te saca los ahorros en la letra pequeña)
Si lo ves por ahí sobrevolando por los blogs, dile de mi parte que lo estoy esperando, con una lista cuidadosamente redactada. Mientras tanto, se aceptan ideas, como quemar al que se le ocurrió jubilarnos a los 67, al que se invento los escalones extra largos que pareces mongoloide al subir, o al que le dio por enganchar los tapones a las botellas.
Menos mal que el destino de la humanidad no está en mis manos Cabrónidas jajajaja
Saludos!!
"Nadie recordará mi nombre cuando las torres de esta ciudad sean ruinas". Qué frase tan buena para captar la atención desde el primer momento.
ResponderEliminarLa creación de un dragón a partir de una imagen generada por IA, que cobra vida tras un rayo y desata la destrucción selectiva de símbolos de poder (bancos, rascacielos, monumentos), es un punto de partida que me recuerda al mito de Frankenstein y leyendas de invocaciones prohibidas. Las descripciones que haces están cargadas de simbolismo, como los "ojos como carbones encendidos" del dragón Exhalón o el "cielo limpio" tras su partida, que contrastan la devastación con una extraña purificación. Así que al final la protagonista enfrenta su creación y acepta su responsabilidad sin más, m,e parece genial. Investigas en tu historia el poder de los nombres y la soberbia humana, y su capacidad para mantener la intriga.
Me gusta la referencia a las bibliotecas cuando la protagonista se esconde. Al final se queda con las manos vacías, sin entender por qué fue perdonada ni cuál fue el verdadero precio de su acto. El final abierto sugiere que su supervivencia es tanto un alivio como una carga, creo yo.
La monda lironda de relato, Finil. En serio, lo he disfrutado mucho.
Un abrazo, escritora de fuste y tronío.
Buenas Marcos!
EliminarMe alegra que te haya gustado. Este me encantó escribirlo a mí. La idea surgió de forma espontanea de entre los comentarios de otra entrada y la verdad es que salió solo. Supongo que eso se nota..y se pega a los que lo leen.
Por eso agradezco infinitamente los comentarios, porque de ahí surgen las mejores ideas.
Gracias por pasar y contribuir a que la maquinaria no se oxide jajajaja
Un abrazo sanador
Magnífico relato, Finil.
ResponderEliminarTiene unas evocaciones dentro del estilo de personajes como Frankenstein o el Golem y ese recuerdo bíblico en el que nombrar da ente y vida al ser nombrado. Ese tremendismo apocalíptico que has narrado lo engrandeces y enriqueces con maestría con el uso de los adjetivos. Enhorabuena.
Un fuerte abrazo :-)
Gracias Miguel!
EliminarMenos mal que no tengo ese don de nombrar, ni la impresora 3D, porque entonces esto no sería un relato, sería una profecía!! Normal que lo veas como un apocalipsis. Éxhalon se me fue de las manos desde el principio, aún debe haber edificios ardiendo. Para muestra un botón (o un dragón). Es lo que pasaría si nacieran monstruos bien impresos y con hambre de destrucción
Un abrazo, compañero de cataclismos!