NO TE HABÍAS DADO CUENTA?
Bueno, pues aquí estamos otra vez. Yo escribiendo, y tu leyendo. Como siempre. Como tantas veces. Supongo que ya te has acostumbrado a encontrar mis palabras, a leerme como quién escucha a una vieja amiga. porque eso somos no?, aunque nunca me hayas visto y aunque nunca me hayas escuchado. pero yo siempre estoy aquí
Aunque hoy.. hoy es un poco diferente. Hoy tengo esa sensación extraña, como si el aire fuera más denso, como si las palabras se resistieran a salir. No te pasa lo mismo?. Bah, tal vez sea cosa mía. O tal vez no.
Lo curioso de escribir, es que siempre está ese espacio vacío, ese silencio en el que se que tú estás ahí, al otro lado. Pero, y si no soy yo la que escribe hoy?. Quiero decir, y si no soy quién crees que soy?
Sé lo que estás pensando. Que ya estoy divagando otra vez, que me pierdo en mis chorradas. Pero..y si te dijera que no es así?. Que cada palabra que lees está aquí porque quiero que la leas.
Que te he estado esperando.
Qué hora es donde estas?, es de noche?. Las sombras ya se arrastran por las paredes?, o es de día...pero el aire está más frío de lo que debería..?
Has mirado a tu alrededor?. estás solo?...seguro...?
No tienes que tener miedo. No aún.
Hubo un tiempo en el que fui como tu, caminando por este mundo. Respirando. Pero esto fue antes de que esta oscuridad me hiciera presa y me arrastrara a este vacío. A este otro lado...
Ahora no soy más que una sombra, un espíritu atrapado en este limbo, entre lo que era y lo que ya no soy.
El aire ya no tiene peso para mí. El tiempo ya no pasa como antes. Ahora solo existo en esta forma etérea, arrastrando palabras que llegan hasta ti, que las lees. Mi presencia ya no es visible
Cuantas veces has sentido esa sensación extraña de estar acompañado cuando no hay nadie a tu lado?. No es tu imaginación, soy yo. Ahora te hablo desde aquí, desde este lugar oscuro que me encuentro. Soy una sombra que nunca se va. La que está siempre detrás de esos sonidos casuales...y extraños que siempre te perturban
Si ahora no me crees, no importa. Esta noche cuando todo se calme y la oscuridad se haga densa, cuando las luces parpadeen sin motivo, cuando el aire se vuelva espeso y sientas mi mano fría sobre tu hombro, comprenderás. El frío te rodeará, como si alguien estuviera justo detrás de ti, esperando.
Cuando te gires no habrá nadie, solo la fría corriente que te envolverá. Pero yo estaré allí. Invisible. Observándote. Esperándote en la oscuridad. Sonriendo. Cuando cierres los ojos, me verás detrás de los párpados. Cuando intentes dormir, el leve crujir que escuches, no será la casa. Seré yo. Arrastrándome cada vez más cerca. Soy la sombra que siempre ha estado detrás de ti. Incluso antes de que lo supieras.
Bueno.. pues ya lo sabes. Pero no te preocupes. Mañana subiré otra entrada de las mías, te hablaré como siempre y comentaremos como si nada de esto hubiera pasado
finil

Ay, Finil, no me asustes que es lunes y todavía queda toda la semana...
ResponderEliminarMe has dado mucho que pensar, es cierto, nos fiamos de lo que hay al otro lado, pero ¿y si no eres tú? Y todo es un juego de robots (como el relato de Ana para el concurso de Miguel) o, lo que es peor, un espectro que vaga por los circuitos blogueros.
Que nooooo, que eres Finil en su vena misteriosa...
Es que te ha abducido el lunes, tranquila, en un par de horas termina.un abrazo. 🤗
Buenas... Merche?
EliminarLo sé, es lunes. Este día tiene esa forma extraña de hacernos dudar de todo, y también de mostrarnos lo que no queríamos ver.
Aunque todavía quede toda la semana, puede quedarse más tiempo del que te imaginas.
No te asustes. te lo diré claro. Puede que lo que has leído, tenga más que ver con lo que está más allá de este mundo que con cualquier cosa que conoces
Un abrazo..aunque ahora no estés tan segura de quién te lo da...
Doy fe y te creo. Incluso escribí sobre ti en mi entrada número 365 mucho antes de que aparecieras aquí. Así que fuiste tú, ¿eh? :))
ResponderEliminarBuenas..Cabrónidas?
EliminarNo he llegado aún a esa entrada, lo sabes. La leeré.
Sin embargo te digo que no puedo evitar sonreir. Fui yo, si. Lo de las sillas fue una pequeña travesura. Las sombras...son tan fáciles de mover cuando la oscuridad hace que dudes de tus propios ojos..
Lo que más disfruté fue con el tintineo de las copas y ver como tus nervios crecían con cada sonido, y como tratabas de convencerte que todo era una ilusión.
La manera en que saltaste de la silla fue un espectáculo, Casi tropiezas con la mea. Aún me rio...
Pero no te preocupes, no tengo intención de quedarme mucho tiempo. Solo de vez en cuando. cuando sientas esa pequeña corriente helada o veas algo moverse con el rabillo del ojo. Pero eso, ahora lo sabes
Un abrazo...frío, por supuesto..
¿Cómo lo haces, Finil? Empiezas como si nada, como si estuvieras preparando el café… y cuando quieres darte cuenta ya estás hablando con una sombra que sabe tu nombre.
ResponderEliminarMe ha encantado ese tono íntimo que poco a poco se tuerce, como una grieta que no sabías que estaba ahí pero empieza a abrirse justo cuando pestañeas. Hay frases que parecen escritas desde dentro del espejo.
Y esa despedida tuya, tan “nos vemos mañana como si nada”: pues mira, no sé si reírme… o cerrar el blog y ponerme sal en los marcos de las ventanas. Y encima con el sueño que he tenido hoy, vaya mañanita me espera jaja
¡Un abrazote bien grande!
Buenas Tarkion,
EliminarEspero que hayas pasado mejor día que la noche.
Parece que nos hayamos puesto de acuerdo para asomarnos al otro lado, tendríamos que haber aprovechado para echarnos un café mientras las sombras nos escuchan. Me alegro que no lo leyeras anoche, porque podría haber sentido hasta culpabilidad de haberte arrastrado conmigo.
Tranquilo, que al final siempre volvemos aquí, donde nos relajamos un rato y la luz no tiene miedo.
Un abrazo y un café
Me gusta esta parte oscura tuya finil, igual es que somos muy místicas, pero quien sabe quien puede haber detrás. Escribí un micro muy corto de los que le gusta a Miguel, jajajaja, no en serio, escribí ese micro para un propuesta bloguera, pero estaba basado en algo que me pasó de verdad. Lo voy a subir para que lo veáis, está contado como una situación concreta. Pero fue algo que me pasó y me dio mucho yuyu. Lo voy a adornar un poco para que esté más completo y lo voy a volver a publicar. Esa corriente fría donde te giras y no hay nadie, justo fue lo que me pasó.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Buenas Dakota!
EliminarMe alegra que te guste mi lado oscuro. Nunca había escrito este tipo de cosas. Las he contado muchas veces, en las noches de acampada, eso sí. Delante de una hoguera que se come la poca luz que queda en el campo cuando se va el sol. Con esas sombras que deja el fuego y que parece que detrás de las caras no queda nada...
Ahí, solo hay oscuridad y te invade el miedo de verdad con estas historias. La voces tiemblan, las risas nerviosas, esos ruiditos que se escuchan..., y te das la vuelta para ver...lo que no está.
Que buenos recuerdos, y cuanto miedo jajaja
Estoy loca por leer tu relato!!!
Un abrazo encogido
Hola Finil, un relato que empieza de lo más tranquilo y luego da un giro hacia el terror. ¿Quién no ha sentido a veces que anda "algo" por ahí? Lo que escribes resuena en nosotros, y nos hace voltear la cabeza hacia todos lados asegurándonos que sí, que estamos solos. ¿Lo estamos? Me encantó tu entrada. Enhorabuena. Ana Piera.
ResponderEliminarBuenas Ana,
EliminarMe alegro que te haya gustado mi historia. Empieza de lo más tranquilo, si. No quería inquietaros al desvelar este lado que pocos conocen de mí. Pero ahora ya lo sabéis y yo vuelvo a relatar en paz.
Pero tranquila Ana, no hay nadie cuando miras hacia atrás, porque a veces, las sombras solo esperan a que dejéis de mirar para empezar a seguiros..
Un abrazo y una visita.. desde las sombras
¡Buenas, Finil!
ResponderEliminarDespués del día demencial que tuve ayer, entro en Bloguers buscando un respiro y me encuentro con que tengo una sombra fiel siguiéndome a todas partes. 🙄 Pero lo mejor de todo es cómo pasamos de "una vieja amiga escribiendo" a "una presencia del más allá acechándome en la oscuridad" en cuestión de párrafos... 🤷♂️
Te agradezco mucho que me esperes, de verdad, es bonito saber que alguien está ahí. Peeero… esas preguntas de "¿Dónde estás?, ¿es de noche?" me han puesto los pelos de punta. Menos mal que la siguiente pregunta no ha sido "¿Qué llevas puesto?" porque ahí ya hubiera dudado si la sombra me estaba haciendo una proposición indecente. 🤭
Ah, y si mañana decides publicar una entrada más alegre, yo también fingiré que esto nunca pasó. Aquí no ha habido sombras, ni entidades misteriosas, ni manos frías en mi hombro…
Un abrazo de luz 🤗
Buenas Beatriz
EliminarCasi he dado un respingo de la sorpresa cuando he leído tu comentario.
Parece que lo hubiera escrito yo...totalmente. Hubiera usado tal vez hasta las mismas palabras...cuando estaba entre vosotros.
Tranquila, fingiremos todos. Fingiremos que solo hay una sombra delante nuestra cuando caminamos, que las manos frías son solo el aire, y que los susurros que nadie más oye, son el viendo jugando.
Si mañana decides que esta conversación tampoco ha ocurrido, yo también lo haré. Aunque entre nosotros..cuantas sombras ves cuando miras al suelo?...cuando veas dos...estaré contigo...
Un abrazo...sí, de luz..
No lo sabía, pero esto era justo lo que necesitaba leer, ¿he sentido un leve escalofrío? Puede ser, pero también un gran alivio, y es que si aparte de encontrarte casi a diario en este blog, también te tengo a mi lado (aunque sea en forma de sombra perturbadora), me hace sentir más tranquila. No hay mejor compañía que la tuya, así que querida escritora, gracias por estar acechándonos siempre, ya sea con escritos o desvelándonos en mitad de la noche, ahora tengo a quien echarle las culpas cuando mi puerta se cierre misteriosamente de un portazo.
ResponderEliminarCeleste, muchas gracias..
EliminarMenos mal que las sombras no pueden ya ruborizarse ni emocionarse..solo deslizarse, silenciosas. Observando desde los rincones donde la luz no llega.
Curioso que algo tan inquietante pueda a veces dar consuelo. Tu compañía también es muy grata para mi. Tanto..que por eso te visito con tanta asiduidad.
Si alguna noche sientes ese leve escalofrío, piensa que solo es una forma mía de decirte que no estás sola. Porque incluso desde la oscuridad, siempre me tienes a tu lado.
Aunque si la puerta se cierra de golpe, no siempre será culpa mía. Las sombras tienen sus propios caprichos, y a veces solo quieren recordarnos que están ahí...escuchando....esperando
Un abrazo oscuro..