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19 abril 2025

LAS FÁBULAS DEL MONTE AVERGÚN
LA TABERNA MOTERA DEL ÚLTIMO JUICIO

    En el cielo de los Olimpos Celestiales, donde el viento se arremolina como si tuviera secretos que murmurar, se eleva el Monte Avergún, una cumbre escondida entre nieblas encantadas y nubes que silban canciones antiguas. No aparece en ningún mapa, ni siquiera en los de los dioses mayores. Para llegar hasta el, hay que tomar tres desvíos imposibles, atravesar un bosque que se burla del viajero, y subir una escalera de caracol, que nunca está en el mismo sitio.
    Allí, en el monte equivocado, entre riscos dorados, grietas musgosas y pensamientos retrancados, se alza la taberna motera del Último Juicio. Un antro mugriento y lleno de gloria marchita, donde van a oxidarse los mitos y a beber sus propias penas los que alguna vez fueron algo.
la clientela fija, son dioses segundones, desechos del panteón y espíritus retirados con mas cicatrices que creyentes
  
    La entrada es una puerta mutante que refleja el ánimo del visitante, puede aparecer como de un roble imponente o como una tabla de planchar cansada. La cruza con estrepito Hécate, (Sí, como la grande, pero esta es otra), que juró encender la chispa divina y solo logró crear un mechero que nunca funciona, y nos vende como divino)

  En su interior, el aire huele a pergamino viejo, a cebolla frita y arrepentimiento . Las paredes sudan historias y aceite reciclado. Los retratos parlantes sueltan chismes caducados. Los taburetes, giran solos cuando hueles a pena. Solo se detienen, cuando alguien ha soltado una carcajada.
        En uno de ellos, encuentra a Yesenia (exdiosa del optimismo mal entendido. Venida a menos, ahora se dedica a manipular conversaciones de Whats App)
  
      En una esquina, herida de dignidad, una tostadora escacharrada, lanza rebanadas al azar y a veces las imprime con mensajes proféticos que nadie entiende "el caos vendrá en bicicleta"
     En el techo, una gran bola que canta siempre su única cancion: I will survive versión karaoke con un eco apocalíptico,
    En una mesa que nunca está derecha, esperan desanimados Ygrila, diosa menor de las promesas rotas, que dejó mas esperanzas colgando que una oficina de correos; y Torval el inútil, que una vez intentó partir el cielo en un arranque de poder, y acabó inventando la niebla. Los atiende un camarero sin pelo, que jura haber sido profeta en otra vida
    Ellos, resentidos y venidos a menos se reúnen aquí cada luna o cada decepción, lo que llegue antes, a despotricar a "los Intensitos" ,como llaman ellos con desprecio a los dioses mayores, los que los eclipsaron, los que salían en las epopeyas de los buenos tiempos con pectorales cincelados y verbos grandilocuentes y ahora van de influencers celestiales. Mientras ellos, Son dioses de lo cotidiano, del fastidio menor, de los que arruinan el día sin acabar con el planeta. Conocidos (o no) por sus efectos secundarios.
    Pero esta vez se habían citado un propósito mayor, la cosa se había ido de madre, la habían liado parda sin querer (o queriendo un poco). Fingiendo demencia, entre apuestas etílicas y hechizos mal pronunciados, habían provocado un desastre planetario: una amnesia global, y como siempre, nadie quería asumir la culpa, pero todos querían la redención, o al menos, que el universo no los demandara

   No estaba la cosa para guasas. No se escuchaban risas ni brindis. Hasta la bola había cambiado de canción.

    Yesenia resucitó de golpe miles de chats del pasado. Con todos sus fantasmas sentimentales incluidos, confesiones en mayúsculas
    Hécate, que había tenido últimamente una de esas rupturas míticas (con un ente celestial de poco tacto) de esas que se hacen con rayos, sillas volando y un portazo interdimensional. Herida y hasta el moño de todo, desató una literal tormenta de palabras. Ahora todo lo dicho se cumple: Que te parta un rayo, dejó de ser una metáfora útil. Y ella, en lugar de rectificar, se pidió un bitter con hielo y dijo que ya estaba todo dicho
    De Ygrila y Torval mejor no hablar...porque ni ellos saben lo que hicieron, pero huele  a sospechoso y hay pruebas en los noticiarios
 Ahí estaban, se miraban con un silencio cargado, rodeados de taburetes giratorios y una tostadora que acababa de lanzar un pan con un mensaje: "solo el fracaso os redimirá"
    Así que decidieron unir sus miserias para lanzar un hechizo conjunto e intentar arreglar la que habían liado

    Seis meses después de la fatídica "cena de la discordia", cuatro dioses menores siguen atrincherados en la taberna, intentando arreglar el caos que han provocado...
    La tostadora profética lanzando pan quemado con frases cada vez más crípticas "..."Reparad" , "nos vamos de este mundo..."..."demasiado gregoriano"... "Anda ya!!!"...
    La situación tocó fondo cuando escupió el mensaje más claro:
    "No hay hechizo mas poderoso que el primer atisbo de conciencia"
    La taberna motera guardó un silencio inédito. Los dioses se tomaron de las manos sobre la mesa manchada de aceite, y con un brillo solemne en la mirada, entonaron juntos un hechizo que parecía mas un brindis, y que resonó en las nubes mas cotillas del Avergún
 Los humanos abajo empezaron a recordar quienes eran, y el mundo, para sorpresa de todos no explotó, solo suspiró.
    Desde entonces, se siguen encontrando allí, y así lo harán hasta el fin de sus eones. Renunciaron a la gloria, al Olimpo y al postureo místico. Se quedaron en su taberna humeante, entre risas, bocatas de calamares y taburetes que giran con elegancia
melancólica, 
celebrando en cada carcajada el sencillo milagro de ser divino
    Y si escuchas bien, algunas noches podrás oir como cantan con la bola del techo y sus voces rasposas el "I will survive"...y después solo comenzara  a llover

Moraleja:
    
    Hasta los dioses segundones descubrieron cuando ya no quedaron ni en los rezos ni en las blasfemias, que no hay redención más divina que dejar de tomarse en serio a uno mismo...sobre todo.. cuando ya nade lo hace. 
    Ahí siguen, salvando al mundo tarde y mal, pero al menos lo intentan


8 comentarios:

  1. Madre mía Finil, pero que derroche de imaginación, te confieso que me he perdido un poco entre influencias y dioses, jajaja, pero me he divertido mucho leyéndolo, y como dices al final, al menos lo intentaron.
    Una panda muy curiosa.
    Un abrazooo!

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    1. Uff Dakota..me ha quedado hecha un truño jajaja. Esta historia era brillante en mi cabeza, pero por las manos no quería salir. estaba en plan rebelde. La dejé por imposible, y la he colgado porque me daba pena dejarla escondida. En fin, igual un día la descoso y la arreglo. Ahora no, porque ella no quiere..que le den!!
      Un abrazo y gracias por leer esta...cosa jajajaja

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  2. Finil, vaya panda de personajes raros, mensajes apocalípticos, semi-dioses y moteros, aunque esto creo que es de lo que menos hay. Si llegas a coincidir con Camilo José Cela te ficha para que les cedas los derechos de tanta "personalidad" para su Colmena. Jajaja. Muy bueno.
    Un abrazo. 🤗

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    1. Buenas Merche,
      La verdad es que a mi no me termina de convencer. Se lo he dicho antes a Dakota, brillaba en mi cabeza, pero no he terminado de cuajarla con las manos. Bueno..ahí está, como los calcetines desemparejados que tengo en el cajón, para recordar que existió.
      Camilo José...la última vez que estuve en Madrid, caí por casualidad en la puerta de su casa. Cuando ya el genio no ficha a nadie.
      Un abrazo y gracias por leer este truño, que encima es larrrgo jajajaja

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  3. Madre mía, criatura, qué te has fumao pa escribir eso tan loco. Esos dioses y esa taberna motera... 🤦🏻‍♀️ Pero lo mejor es la tostadora profética 😂

    Gracias por las risas. Un abrazo para ti y para esos dioses segundones 🤗😁

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    1. Buenas Beatriz!!
      La tostadora profética? jajaja bueno, si, tiene toda la pinta de haber sido escrito después de salir de un bar de vapores extraños, entre cachimbas e incienso profético, pero NO.
      Si te ha sacado alguna risa, me doy por servida.
      Un abrazo grande (también de parte de los Eusdones, que siguen intentando encender la tostadora sin que les caiga un rayo jajaja)

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  4. Finil, no sé si te diste cuenta al escribirlo, pero este relato parece el resultado de mezclar un oráculo griego, una sitcom ochentera y un bar de carretera con karaoke existencial. Y funciona. Esa taberna del Avergún es uno de esos lugares que uno querría visitar, aunque sea para sentarse en un taburete que huele a aceite y sarcasmo. Qué derroche de imaginación, en serio... muuuy en seriooo. Todo chirría y encaja a la vez, como si los dioses menores supieran que están hechos de fracaso, pero aun así siguen intentando arreglar el mundo con una tostadora y un bitter con hielo. Me ha encantado esa redención sin solemnidad, esa épica del desastre asumido. Y, sobre todo, la risa que se cuela en cada frase como si fuera el único conjuro que de verdad queda.

    Brindaría contigo (y con Yesenia) al grito de “¡I will survive!”. Hoy no, pero brindaré cuando me encuentre con fuerzas. Mientras tanto, me repito (que para eso tengo mi edad y me lo merezco)... ¡Desbordas imaginación por los cuatro costados, compañera!

    ¡Un fuerte abrazo!

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    1. Buenas Trakion!!
      La taberna huele a aceite, que desastre. Algo de verdad tiene esa fantasía de que hay historias que no quieren ser contadas, y otras que necesitan comunicarse entre ellas. Esta, es el vivo ejemplo. Salió sin querer y huele a rancio.
      Bueno, a esta ronda invito yo: Un brindis por seguir escribiendo aunque sea desde el suelo, los dados saquen solo unos y el karaoke desafine!!. Porque os lo merecéis todos los que se atreven a sentarse en un taburete que vibra, aunque solo sea para escuchar.
      Un abrazo y un hechizo de curación!!

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