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29 abril 2025

CUANDO EL MUNDO SE APAGA

    

La luz se fue sin decir adiós. El silencio eléctrico era tan raro, que hasta el vecino hablaba bajito.

    El siglo XXI parecía haber caducado. Bienvenidos al apagón.

    No hubo explosión, ni alarmas, ni cuenta atrás. Solo un parpadeo largo, como si el planeta hubiera cerrado los ojos un segundo...y olvidado abrirlos.

    Primero se fue la luz. Un clic seco. Después el silencio. Ese silencio denso que solo
aparece cuando los electrodomésticos dejan de zumbar como moscas con ansiedad. La nevera se calló. El router y el móvil quedaron huérfanos, y nosotros más que ellos.

    Por la noche desde la ventana, oscuridad. No una oscuridad cualquiera, sino esa con estrellas completas, sin contaminación lumínica ni carteles led estridentes

    Algunos vecinos salieron con linternas, otros con velas. La señora de ahí enfrente, encendió un incienso y proclamó que había llegado "la purga energética del capitalismo". Nadie le discutió

    Pasada la primera hora, le gente empezó a hablar..con otras personas, sin emojis. Algunos sonreían sin filtros. había otros comprando radios a pilas para envenenarse de titulares, e infernillos. "El gran apagón global!! causas desconocidas", decía una voz. Pero eso ya lo sabíamos. Los electrodomésticos estaban tan mudos como los noticieros

    La vida se nos ha vuelto analógica por unos instantes. Nos hemos sentado a mirar el cielo como si fuese Netflix. Los grillos han sido nuestro nuevo hilo musical. todo un país sin electricidad. Un país con insomnio y con estrellas

    Por fin ha vuelto la luz. El wifi ha resucitado, y con el, los móviles. Entre aplausos imaginarios (o no). Las redes se habrán llenado de memes del apagón, y todos lo vamos a recordar como una especie de revelación mística. Bueno, algunos simplemente habrán actualizado Instagram.

    Yo, me guardo una vela y mi linterna en la mesita de noche. Por si acaso el mundo vuelve a pestañear. A veces, parece que solo seamos humanos cuando se va la señal.  Aunque seamos sinceros, si llega el fin del mundo o nos vuelven a boicotear, que nos pille con la batería al cien por cien. 

    Solo me queda sugerir que algún alma caritativa escriba un manual de supervivencia para urbanitas en extinción. 

    Acabo ya, no por nada...es solo por si se vuelve a ir la luz...

18 comentarios:

  1. En mi tierra, .
    junto con
    Baleares,
    Ceuta, y
    Melilla,
    no se nos
    fué la luz,
    solo , a
    ultima hora
    de la tarde ,
    tuvimos
    problemas
    con la señal
    wifi, y de la
    telefonia ,
    no se
    recuperó ,
    hasta algo
    antes de las
    once y media,
    hora local.

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    1. Que suerte Orlando!
      Aquí duró hasta las ocho menos cuarto. Fui corriendo a hacerme el cafelito por si volvíamos al modo supervivencia. Lo de quedarse sin wifi es una tragedia moderna.
      Me alegra que os librarais de lo peor. Menudo día (aunque dio para pensar, reconozco que si se hubiera alargado, probablemente si que hubiera sido un drama serio)
      Saludos!!

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  2. Qué buena reflexión, Finil. Cuando ocurren estas cosas, nos damos cuenta de lo terriblemente dependientes que somos de la tecnología. Por unas horas estuvimos en un mundo sin luz, pero también sin ruido artificial, sin redes y sin pantallas. En un mundo analógico, como recuperando algo antiguo y humano.

    Y tu vecina se puso con el incienso y la purga energética del capitalismo, pero a la mía, cuando pasaba el tiempo y la luz no volvía, le dio por ponerse a gritar qué vienen los moros, qué vienen los moros!! Qué esto es una invasión islámica del siglo XXI 😳😳 Después se cogió a su bandera de España que tiene en el balcón que es como una sábana y ahí se quedó hasta que se cansó... o hasta que vio que los moros no venían, no sé 🤷🏻‍♀️ La gente está muy mal 🤦🏻‍♀️

    En fin, veremos que es lo siguiente, porque llevamos unos años de sucesos inesperados y surrealistas. Un abrazo luminoso, y con el sonido de los grillos de fondo 🤗

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    1. Es curioso, pero se escucha esa falta de ruido. Cuando dejan de sonar las vibraciones de los electrodomésticos, queda un vacío extraño..
      En la calle, solo se oyen voces y coches. Que sonido falta?, también se oye ese vacío, algo que no vibra. No se.. solo sé que no sabemos vivir sin luz.
      Lo de las vecinas histéricas es otro cantar, aunque yo fui al chino a por pilas y eso parecía el apocalipsis. Esos pasillos interminables tan oscuros. La china sin cámaras nerviosa perdida. No daban con el jefe para saber si cerrar..la gente comprando radios e infernillos...un show!!
      En el sitio caótico donde vivo, no se notaba mucho el caos de los semáforos apagados, pero sí que impactaba un poco ver las gasolineras apagadas. En fin, donde más podía pasar esto?, pues en España, donde iba a ser, y por lo visto nos llevamos por delante a Portugal. Podemos ser más penosos?
      Un abrazo y unas pilas amiga, que sospecho que nos van a hacer falta de nuevo ..

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  3. ¡Hola, Finil!

    Te leo y es como si el apagón tuviera su propio narrador oficial: tú. Porque esto no es solo una crónica de lo que pasó, es una postal literaria de un momento surrealista que vivimos todos... o casi todos. Aquí en Asturias, por ejemplo, la cosa fue bastante tranquila. Un poco de “¿qué pasa aquí?”, velitas y a mirar el cielo como si nos hubiesen dado entrada VIP al universo. Pero claro, mi hermano me llamó un día después desde Arahal —mi pueblo, en Sevilla— y allí parecía que había empezado la secuela de la pandemia. El único sitio abierto: el Mercadona ( con su propio generador eléctrico), y no me preguntes cómo, pero estaban cobrando con tarjeta. Eso sí, en cuestión de minutos voló el papel higiénico y medio supermercado jaja

    Tu texto tiene ese equilibrio brutal entre humor, melancolía y verdad que se cuela sin pedir permiso. Esa frase final, “a veces, parece que solo seamos humanos cuando se va la señal”, debería ir bordada en cada router. O tatuada en el alma, ya que estamos.

    Gracias por escribir esto con tanta mirada y tanta chispa. Me has hecho sonreír y pensar, que no siempre van juntas.

    Un abrazo enorme y... por si acaso, deja la linterna a mano.

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    1. Buenas Tarkion!!
      Que una se calla, pero del Mercadona vengo yo ahora mismo ..y si en tu pueblo sevillano ha vuelto la secuela de la pandemia, aquí he visto el tráiler del apocalipsis en cutre: ni agua, ni verduras, ni leche!!! ..hasta los pasteles han volado!! (para los observadores de las miserias humanas: papel higiénico si había, curioso, no?)..
      Y yo en mi cabeza, me he imaginado un ejercito de zombis rascando las cajas para arrasar hasta el plástico.
      Pues sabes que te digo?...que a ver si se les pudren los tomates jajajaja
      La linterna esta ahí. Al que me la intente quitar, le tiro un cartón de leche sin lactosa..lo que me han dejao...los ma&%f!
      Un abrazo y suerte..si vas a comprar..

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  4. Hola Finil. ¡Menudo microrrelato, puro ingenio en formato apagón! Este texto es como un café solo: breve, intenso y te deja con un zumbido de ideas. Me encanta cómo transformas un evento cotidiano —un corte de luz— en una reflexión mordaz sobre nuestra dependencia tecnológica, con un tono que mezcla humor, ironía y un pellizco de poesía. La imagen del "planeta que cierra los ojos" y esa "oscuridad con estrellas completas" es de enmarcar, y frases como "electrodomésticos mudos como noticieros" o "grillos como hilo musical" son la pera limonera, en el mejor sentido posible de esta expresión.
    Es genial cómo relatas la desconexión forzada que sufrimos, donde los vecinos hablan "sin emojis" y el cielo se convierte en Netflix. Es una sátira acertada sobre nuestra vida digital, con personajes como la señora del incienso que dan color. El cierre, con esa vela guardada y el guiño a los memes, es redondo: nostálgico pero consciente de que volvemos corriendo al Wi-Fi.
    Te felicito.
    Un abrazo.
    P.D.: hay novedades en mi blog.

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    1. Buenas Marcos
      No te has fijado que cuando se fue la luz, el silencio era más vacío que de madrugada que ya no se oye a nadie?. Como si hubiera desaparecido un zumbido constante que no se nota hasta que desaparece?. Un silencio que no suena, pero se siente raro. Pues eso me pasó.
      Cuando me asomé a la ventana y se veía todo tan quieto y tan callado, no puedes pensar otra cosa que lo vulnerables que somos sin esa corriente invisible que nos sostiene.
      Mira que no soy de ponerme transcendental eh?, pero por unos momentos me parecía que el tiempo se había parado.
      Me tengo que pasar por tu blog sí. De hecho esta mañana me he asomado y he visto un árbol con cara, pero necesito mas tiempo para leerlo. Que parezco una corredora de maratón, todo el día para arriba y para abajo. Ahora me asomo vale?
      A ver si me toca una lotería y me convierto en una señora con glamour y con todo el tiempo del mundo jajaja
      Un abrazo Marcos. Espero que estés mejor!!

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    2. Muchas gracias, Finil. Pues sí que es cierto, ese zumbido es real y nos envuelve cada segundo sin que lo percibamos... hasta que ocurrió lo del apagón. Lo describes muy bien y a mi me pareció lo mismo pues estaban apagadas las farolas que rodean el bloque donde vivo, y los semáforos y... todo, claro. Mi piso está cerca de la calle y esa extraña calma presidía el entorno. Todo era un poco apocalíptico, la verdad. Lo de arrasar con el agua y el papel higiénico como dice Dakota es algo a lo que estamos sentenciados: la prisa por atrincherarse. Llenar bañeras y despensas es lo primero, antes incluso que la famosa "mochilita de supervivencia".
      Deberíamos buscar la lámpara que nunca se apaga, como dice Blas.
      Un abrazo fuerte.

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  5. No dejo de imaginar cómo sería nuestra respuesta a un apagón de estas dimensiones con una larga, larga, larga durabilidad. Íbamos a estar bien entretenidos, eh. :)

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    1. jajaja Cabrónidas, yo lo tengo claro. A mí se me iría la pinza. Lo veo con nitidez. Pero bien ...del todo..sin disimulo.
      Me veo asomada en la ventana lanzándole cosas a la gente. Lo que pille..me da igual, Y gritando cosas al cielo: Devuélveme la cobertura!!, dándome cabezazos.. y luego igual me iría a hablarle a las farolas apagadas, que seguro que ellas me entienden (todo esto es verídico, no lo quiera ver)
      Saludos..nerviosos

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  6. Hola finil, que bonito lo has contado, la verdad que fue una sensación rara, no poder comunicarse por teléfono, y ese silencio, aquí en Murcia llegó la luz a las 0:00 h más o menos, fue como volver al pasado, a los años 90, donde la gente se relacionaba todavía, eso sí, lo primero que hizo la peña es ir a por agua y papel higiénico, las estanterías arrasadas, como si llegase el fin del mundo, los comercios cerramos todos sobre las 16 h, algunos antes. Fue todo muy raro.
    Un abrazo entre luces y sombras!

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    1. Buenas Dakota!!
      Esa es la palabra: rara. Un silencio raro. Parecía que había que hablar bajito para que no se rompiera más nada. Los grupos esos de whats app que nunca se callan, estaban apocalípticos. Había gente que se habían quedado sin agua..Perdón?. Aquí solo había silencio y un ...Que hago? me pongo a correr? me espero?...es un apagón...
      El día que llegue el fin del mundo me pilla Dakota, que yo no estoy dispuesta a correr
      Un abrazo corasao!! Con luz, siempre!!

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  7. Hola, Finil: Como bien dices, se acabó el siglo XXI. Y el XX durante algunas horas. Somos dependientes de un dios menor. O no. Espero que no tengas que volver a encender la vela y que las pilas de la radio caduquen. Estoy buscando la lámpara que nunca se apaga. Abrazo. :)

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    1. Yo también espero que las pilas de la radio caduquen, Blas, pero también espero que no tardemos en recuperar el siglo XXI. Mal que bien, es el camino en el que nos encontramos, aunque ahora vengan tiempos de incertidumbre y amenazas por todas partes.

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  8. Buenas Blas!!
    Que poco ha durado el S. XXI cachis en la mar jajaja
    Que curiosos somos cuando nos sacan de la normalidad eh?, Yo que siempre voy estresada, cuando el tiempo se para de pronto, no se que hacer...me quedo como un conejillo asustao mirando un coche...y la gente corre para todas partes y a ningún sitio. Lo primero que hacen es salir todos a la calle. Para que?, a comentar? a que te salven del apocalipsis?. Blas!! No entiendo a la humanidad!! De que planeta me han sacado a mi??
    Radio de pilas no tengo, pero sabes? me voy a agenciar una, como las de antes..para escuchar los programas aquellos nocturnos que me encantaban, donde hablaba un locutor y llamaban los noctámbulos jajaja Me ha traido nostalgia.
    Espero que te fuera bien y no tuvieras muchos percances. Ah...y que hayas encontrado algo en el super !!!
    Un saludo Blas!!

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  9. Hola, Finil, qué bueno, se fue la luz pero no en nuestra cabeza afortunadamente, tu relato así lo demuestra, que dejas ver lo que provoca un apagón: creatividad humana. Quizá deberían irse más las luces para dejar que salga la vena literaria, la vena creativa, jeje, aunque, pensándolo mejor, que no se vayan y que explotemos esa creatividad con luz que a ti se te da muy bien y eso que la próxima vez nos deje con un cien por cien de batería (a mí me dejó con un 20).
    Un abrazo. :)

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    1. Buenas Merche!!..
      Sí, menos mal que no se nos fue la luz de las cabezas, aunque si te digo la verdad...yo noté un chispazo extraño, y desde ahora me siento extraña.
      Gracias por el piropillo. Se lo diré a todos esos que me hablan desde el otro día en mi mente. Se van a poner de contentos...jajajajaja
      Un abrazo de parte de todos!!

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